Algo que contrasta mucho con los sonetos amorosos y dolorosos de Garcilaso es la poesía de Don Diego Hurtado de Mendoza. Don Diego también fue poeta soldado y aristócrata pero Mendoza no sufrió los mismos golpes de amor que sufrió Garcilaso y por eso su poesía no está llena de la soledad y tristeza de un amante con corazón rota.
Para entrar en la poesía de Mendoza es muy importante explicar un estilo de la poesía que se llama la poesía burlesca. Sobre todo la poesía burlesca tiene la risa como propósito. Se ejecutan esta meta por muchas maneras pero unas son muy comunes y que son características de toda la poesía burlesca. Según López Pinciano "lo ridículo está en lo feo"[1] y en este sentido los poetas burlescos del siglo XVI invirtieron muchos aspectos comunes de la poesía para hacer "lo feo." Por ejemplo muchas veces los poetas burlescos escriben de los héroes, las personas más famosas, los sentimientos como el amor y la lealtad, y también de la mujer y la belleza en una manera que imita los sonetos clásicos pero el mensaje del poema está revuelto y con un bajo sentido de honor. Los poetas pueden hacer esto con de los sujetos del poema, con el estilo, con la rima, y con las técnicas literarias. En las palabras de Rodrigo Casal la poesía burlesca "se sirve sobre todo de la representación de contextos degradados y de personajes grotescos, de palabras malsonantes, de metáforas eróticas y de dobles sentidos."1
En respecto específica a Mendoza, José Fernández dice que su poesía burlesca contiene una "desmitificación de los dioses grecolatinos en general...desmitificación de ideas renacentistas sobre filosofía, tópicas petraquistas y su lenguaje...defensa de objetos, animales, o seres tradicionalmente vejados...chistes y anécdotas en verso."[2] Un ejemplo de esta desmitificación, específicamente con referencia a las mujeres y mitos griegos, se encuentra en su soneto 4 que empieza "En la fuente más clara y apartada." En este soneto habla de "una hermosa ninfa" pero la describe así:
Estaba sin cabello, coronada
de verde yedra y arrayán mezclado,
en traje extraño y lengua desusada
dando y quitando leyes a su grado.
Luego en el poema Mendoza dice que la ninfa en realidad es doña Marina y esto añade al burla porque está comparando una ninfa extraña a una mujer mortal, es decir, una cosa muy elevada en la sociedad griega con una cosa muy común.
Cosa muy importante en la poesía de Mendoza es en sentido que crea en el lector porque muchas veces según el poema está escrito con un tono serio pero al lector le parece muy extraño el poema y frecuentemente este produce la risa. Un ejemplo claro de eso es el poema A la zanahoria:
Que cierto es una fruta muy probada,
o raíz, por hablar más propiamente,
dulce, tiesta, rolliza y prolongada.
Pareceros ha fría y es caliente,
tiene un gusto suave y cordial
para entretenimiento de la gente.
Vianda de Cuaresma y de Carnal,
buena cruda, cocida, asada y frita,
buena en caliente y frío temporal.
Ni cascara, ni hueso, ni pepita,
ni tiene que al mascar os haga empacho;
toda podéis comella a espuela hita.
Según Fernández "la originalidad de Mendoza está en haber dedicado todo el extenso poema a un equívoco evidente."2 Todo el poema está dedicado a una zanahoria. Mientras otros poetas de esta época elevan mujeres y dioses en sus obras aquí Mendoza está elevando una zanahoria, un vegetal sencillo y común. No es una mujer bella que no se puede encontrar en cualquier otro lugar sino que es una zanahoria y realmente no hay nada especial de una zanahoria. Más que todo eso hay un doble sentido transparente por todo el poema que la zanahoria es una cosa fálico. Puede ser vegetal pero también puede representar algo diferente con un sentido muy sexual, muy grosero. Cuando el lector se da cuenta de esto el poema se convierte en algo muy gracioso, especialmente en versos como "tiene un gusto suave y cordial/para entretenimiento de la gente" y "buena cruda, cocida, asada y frita,/buena en caliente y frío temporal." A la zanahoria le presenta al lector con un sujeto muy extraño para un poema renacentista, muchos dobles sentidos, y un mensaje inocente que en el lector no es inocente de ningún modo y por eso es un ejemplo perfecto de la poesía burlesca de Mendoza.
Para añadir mi propia voz a Mendoza me gustaría hacer una comparación entre la poesía burlesca y la prosa picaresca. A mi me interesa mucho la hipótesis de que Mendoza fue escritor del Lazarillo porque creo que su estilo de poesía y el estilo del Lazarillo son muy parecidos. Ambos se rompen del estilo común de la época y tratan de un mensaje más realista y menos idealizado. Los dos utilizan objetos más comunes y más disponibles a la mayoría en vez de objetos fantásticos o raros. Además, ambos estilos tratan de desmitificar todo lo místico de otras obras contemporáneas. Aunque la poesía burlesca y la prosa picaresca hacen cosas similares, sin embargo sus propósitos son diferentes y en eso se radica la mayor diferencia entre ellos. La novela picaresca crea una vista "desde abajo" de la sociedad y los diferentes tipos que existían en ella mientras la poesía burlesca hace sus críticas para reír de ellas. Por eso la novela picaresca es más confiable que la poesía burlesca porque la poesía burlesca se preocupa más por las bromas y menos por el realismo que está en la novela picaresca. Para relacionar la poesía burlesca y la prosa picaresca a la sociedad griega, "al primero corresponde la comedia y al segunda la tragedia."1
[1] http://cvc.cervantes.es/literatura/criticon/PDF/100/100_009.pdf
[2] http://books.google.com.mx/books?id=F_hhsj3Ek_sC&pg=PA74&lpg=PA74&dq=poesia+burlesca+mendoza&source=bl&ots=5rPUbZnmyU&sig=IzeDvDyi_0NkBcxyKMtSC4uTUJ0&hl=es&ei=62qhTN3dMsKBlAeOlJS2BA&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CBQQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false